Cuando llevamos a cabo un proceso de cambio, no basta solo con seguir unas pautas para implementar los cambios de la forma adecuada, sino que también es necesario medir y controlar esas actividades de gestión del cambio en organizaciones y empresas.
Pero ¿cómo podemos medir la gestión del cambio? La gestión del cambio debe medirse con indicadores de proceso y de resultado, siendo estos primeros aquellos que miden el desempeño de la ejecución de ciertas actividades que se realizan para implementar el cambio, mientras que los indicadores de resultado miden el resultado final.
Antes de implementar cualquier cambio, es importante medir qué impacto va a tener y, posteriormente, qué avance ha tenido dicho impacto a lo largo del tiempo. Esta medición supone todo un reto para la gran mayoría de las empresas debido a que la gestión del cambio no es un concepto tangible, pero es fundamental que se tenga en cuenta si se quiere hacer el cambio y evolucionar adecuadamente.
Factores de la gestión del cambio organizacional
¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de medir la gestión del cambio empresarial? La medición de la gestión del cambio requiere de un análisis de ciertas variables para ver cómo va evolucionando. Para entender la gestión del cambio, debemos tener en cuenta los siguientes elementos: patrocinio, organización, comunicación, capacitación, gestión y seguimiento.
Cuando una empresa lleva a cabo una gestión del cambio, no servirá de nada si no se puede demostrar el impacto tangible en el éxito de un proyecto. Evaluar el cambio dependiendo de la percepción y punto de vista de cada participante es un craso error.
3 formas de medir el impacto del cambio
Para medir correctamente qué impacto se genera del cambio, habría que ir integrando los siguientes métodos, que se complementan perfectamente entre ellos.
1. Medición del trabajo directo de la gestión del cambio
Estas métricas son de las más utilizadas y cuentan con la ventaja de entregar un control efectivo de lo que se ha planificado. La única desventaja es que si nos centramos únicamente en este método, se transforma más bien en una revisión de check list que no tiene en cuenta los impactos ni efectividad de las acciones llevadas a cabo.
2. Impacto organizacional del proceso de transformación
Estos indicadores no se suelen utilizar muy a menudo debido a que existe un debate respecto a cuál es el grado de incidencia directa en un proceso de transformación particular en indicadores de gestión de personas.
Estas mediciones se pueden utilizar en proyectos de alto impacto y de un año o más de duración para poder hacer el análisis comparativo. Con estas mediciones podemos ver cómo afecta un proceso de cambio al rendimiento de las personas y a la empresa en sí misma.
3. Evaluación del ROI de la gestión del cambio
Estas métricas miden directamente el retorno que se genera a través de las personas en las nuevas formas de trabajar.
Incluye tres indicadores:
- Velocidad de la adopción: ¿con qué rapidez dominan las personas los nuevos sistemas y actividades implantadas con el cambio?
- Utilización final: ¿cuántos empleados de los que han adoptado el cambio lo aceptan?
- Nivel de competencia: ¿cómo desempeñan su labor los empleados sometidos al cambio con respecto al nivel esperado?
Ahora que ya conoces un poco más cómo se mide la gestión del cambio, es hora de pasar a la acción y realizar el cambio que tanto deseabas en tu empresa. Si necesitas asesoramiento, recuerda que en Karismatia somos expertos en la gestión del cambio para ayudarte a mejorar.
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Laura Bueno es coach experta en coaching personal y de equipos. Posee certificados como Practitioner con la metodología PROSCI & ADKAR, además de ser facilitadora de Lego® Serious Play® para conseguir una mejor comunicación y gestión del cambio. Cree profundamente en la fuerza del trabajo en equipo, tanto de grandes como de pequeñas organizaciones. Su objetivo es ayudar a personas y equipos a desarrollarse y lograr la vida que deseas.